Ansioso de un
sosiego no terreno
tu claustro, con su
triple filigrana
se aísla de este
mundo, que se afana
con prisas de
girándula sin freno.
Penetro en la
capilla y siento lleno
mi pecho de esa
egregia paz que mana
de un cielo que bañado en luz toscana
le sirve de dosel a
un Nazareno.
¡La luz de ese pincel de Ferrer Bassa
que invita a
proseguir tras de ese rastro
al término fugaz de
nuestra senda...!
Sin tiempo el aire, hora que no pasa
esta del sueño en pliegues de alabastro
esta del sueño en pliegues de alabastro
que dan reposo aquí a doña Elisenda.
Muy bonita poesía y la imágen, estupenda.
ResponderEliminarTe felicito José te está quedando perfecto
Leonor