Tierna ilusión, que
arrebató de pronto
aquel ventarrón
fuerte.
¿Recordáis? ?... casi
niños, atrás nada,
La senda, oscuridad
desconocida,
sueño de un devenir
de amaneceres
que cobijó el aliento
de nuestra juventud,
que fue tan breve.
Frágiles vuestros talles,
cañas de bambú verde,
¿quién diría al miraros
primaveras en
ciernes
que de aquellos dos juncos
florecerían claveles?
¡Ay, raíces, hundidas
tan lejos para siempre!
Pero el largo camino
que hemos andado, tan
abrupto a veces,
no desató la
propincua coyunda
que juntos nos
mantiene.
que nuestro ramo aprehende
porque es de sangre, amor y
sacrificio,
y aunque uno solo, uno,
de la bandada quede,
con sombra de presencia o en
recuerdo,
unidos estaremos
aun después de la muerte.
Que bellos recuerdos José!!!!!!
ResponderEliminarHan pasado muchos años, pero lo recuerdas con cariño.
Un abrazo
Leonor